En cuanto al peinado, los griegos homéricos usaban los cabellos largos, pero la regla fue la de usar cabellos cortos para los hombres durante el período histórico. Las mujeres se hacían peinados de muy variado y complicado estilo.
En Esparta los niños llevaban la cabeza rasurada y los adultos cabellos largos. En Atenas sólo los esclavos se afeitaban la cabeza; los hombres libres llevaban el cabello bastante corto desde que alcanzaban la edad adulta, ya que consagraban su cabellera a los dioses. La barba, relativamente larga, se recortaba en óvalo o en punta.
Las mujeres dejaban crecer sus cabellos, aunque los sujetaban en forma de moños o con cintas, siguiendo generalmente diseños de peinado complicados; se los cortaban, sin embargo, con ocasión de un duelo, y las esclavas los llevaban siempre cortos. A veces recurrían a postizos para aumentar el volumen y también era corriente teñírselo de rubio o de negro.
La cabeza descubierta era la regla general para ambos sexos, pero durante los viajes solía usarse un sombrero plano de rebordes gruesos (pétasos). La gente expuesta al aire libre usaban pilos, piel o capilla de cuero ajustada a la cabeza.
En Esparta los niños llevaban la cabeza rasurada y los adultos cabellos largos. En Atenas sólo los esclavos se afeitaban la cabeza; los hombres libres llevaban el cabello bastante corto desde que alcanzaban la edad adulta, ya que consagraban su cabellera a los dioses. La barba, relativamente larga, se recortaba en óvalo o en punta.
Las mujeres dejaban crecer sus cabellos, aunque los sujetaban en forma de moños o con cintas, siguiendo generalmente diseños de peinado complicados; se los cortaban, sin embargo, con ocasión de un duelo, y las esclavas los llevaban siempre cortos. A veces recurrían a postizos para aumentar el volumen y también era corriente teñírselo de rubio o de negro.
La cabeza descubierta era la regla general para ambos sexos, pero durante los viajes solía usarse un sombrero plano de rebordes gruesos (pétasos). La gente expuesta al aire libre usaban pilos, piel o capilla de cuero ajustada a la cabeza.
En cuanto al peinado, los antiguos romanos se dejaban crecer la barba y los cabellos. A partir del s.III a.C., por influencia griega comenzaron a cortarse el pelo y a rasurarse la barba; hubo épocas en que estaba de moda afeitarse, incluso la cabeza, y varias veces al día. Las mujeres, por su parte, nunca tuvieron de moda el cabello corto; las jóvenes llevaban el pelo recogido con un nudo en la nuca o en trenzas formando un moño. La complicación de los peinados llegaba a ser grandísima, dedicando la mujer varias horas a tal efecto. La preocupación por el peinado era tal que, cuando se esculpía un busto, el artista tallaba el peinado con una pieza de mármol suelto para poderlo cambiar al variar la moda.
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